Tras las últimas sentencias del Tribunal Supremo, las Tarjetas Revolving se han convertido en un producto financiero odiado por muchos, el cual cada vez cuesta más a los bancos vender pero, ¿por qué se consideran abusivas?
Bien, lo cierto es que una Tarjeta Revolving en si no es para nada un producto abusivo, de hecho, hay muchas en las que el interés cobrado por el banco a veces es hasta ridículo, esto pasa por ejemplo en la tarjeta de crédito MyInvestor de AndBank, con una TAE de tan solo el 6% (5,846% en realidad) , y como dicen que un ejemplo vale más que mil palabras, ahí va uno:

Como podemos observar en la tabla, para un préstamo de 1.500€, con la Revolving de AndBank y pagando un porcentaje del 10% de la deuda al mes, tan solo habríamos pagado a 19 meses 59,92€ en concepto de intereses.
Entonces, ¿por qué son tan criticadas?
¿Recuerdas lo que te decían tus padres de que todo en exceso es malo? Pues no podían estar más acertados, y es que el problema de una Revolving es que la deuda puede alargarse en el tiempo indefinidamente, pues se trata de una línea de crédito que a medida que vamos recargando podemos volver a usar, y si a eso le sumamos que la tarjeta tenga un interés superior al 20%, lo cual es considerado abusivo por numerosas sentencias, nos da la respuesta a esta pregunta.
Ahora que ya sabemos por qué estas tarjetas generan tanta controversia, quizá te estés preguntando cómo funcionan, así que te lo voy a explicar:
La tarjeta tiene un límite de crédito el cual podemos gastar (para el ejemplo, diremos que el de nuestra Visa Nerds 😉 es de 1.000€), entonces, si vamos al supermercado y gastamos 300€, a nuestra Visa le quedarán 700€, ¿verdad? Pues ahora viene la pregunta del millón, ¿cómo se amortizan los 300€ de las cervezas y las pizzas del finde? Pues hay dos opciones:
Opción 1: Con un porcentaje de la deuda mensual, es decir, si hemos fijado que queremos pagar cada mes un 30% de la deuda, y suponiendo que la tarjeta sea sin intereses (ojalá😂), el primer mes pagaríamos 90€ (30% de 300€), quedándonos pendiente de amortizar 210€, el segundo mes pagaríamos 63€ (30% de 210€), el tercer mes 44,1€ (30% de 147€)… y así hasta amortizar todo el capital.
Opción 2: Con una cuota fija. Usando el ejemplo anterior, y fijando nuestra cuota en 30€ mensuales, pagaremos durante 10 meses la misma cantidad (30€). Recordemos que en el ejemplo nuestra tarjeta no tiene intereses.
De acuerdo, ahora quizá te estés preguntando si en la Opción 1 la deuda es infinita, pues siempre podemos hacer el 30% del capital resultante, y lo cierto es que sí, pero para evitar que esto pase, los bancos fijan siempre una cuota mínima a pagar con la tarjeta, por ejemplo, en la de AndBank ésta es de 60€, lo cual significa que cuando la cuota a pagar sea inferior a 60€, pagaremos directamente el capital que nos queda pendiente, y así se evita que la deuda se vuelva eterna.
El problema de este tipo de tarjetas es el siguiente, al tratarse de una línea de crédito que se va regenerando, si cuando de esos 300€ del super hemos amortizado 150€, los volvemos a gastar, la deuda crece en tiempo y, por lo tanto en intereses también.
Resumiendo, una tarjeta Revolving no nos tiene que asustar, tendremos que preocuparnos si no la sabemos usar o el interés de la misma está por encima del 20%.
CONSEJO: Cada vez que hagas una compra con este tipo de tarjetas es importante que revises que la cuota mensual que estás pagando es coherente, por ejemplo, si vas comprando y acumulas una deuda de 3.000€ y tienes fijada tu cuota en 30€ mensuales tardarás 100 meses (más de 8 años) en devolver la deuda, lo cual irá generando intereses y al final seguro que acabas pagando 2 o 3 veces este capital. Por lo que cada vez que uses tu Visa, recuerda mirar cuanto debes y ajustar la cuota que vas a pagar mensualmente.